Solemne 2

06.05.2025

   Hoy rendimos nuestra segunda evaluación que consistía en un análisis de un caso clínico, utilizando el método deliberativo. Aquí esta el desglose de nuestra prueba:

Introducción

   La bioética es una disciplina que ha cobrado importancia por su capacidad para ofrecer respuestas éticas a los desafíos relacionados con el progreso científico, médico y tecnológico. Busca analizar y orientar la toma de decisiones en situaciones complejas que afectan la vida humana, tanto en ámbitos como la salud, el ambiente y el respeto por otras formas de vida. Esta disciplina promueve un proceso reflexivo de evaluación moral sustentado en principios éticos, valores compartidos y métodos de análisis razonados, como el método deliberativo.

   El método deliberativo en bioética tiene sus raíces en la tradición aristotélica de la deliberación práctica y ha sido retomado en contextos contemporáneos por autores como Diego Gracia, quien lo propone como una herramienta esencial para el análisis ético de dilemas clínicos y sociales. Consiste en un proceso argumentativo, racional y dialogado, mediante el cual se identifican los hechos relevantes de un caso, se reconocen los valores y principios en discusión, y se ponderan distintas alternativas de acción. A diferencia de otros métodos, no busca aplicar reglas predefinidas, sino generar consenso razonado en contextos concretos, respetando la diferencia de perspectivas (Gracia, 2001).

   Al debatir con este método, cobran especial relevancia los principios de la bioética, establecidos por Tom Beauchamp y James Childress en su obra Principles of Biomedical Ethics (1979). Estos principios son el de autonomía, Beneficencia, no maleficencia y justicia que constituyen una base mínima común para el diálogo ético en sociedades democráticas y pluralistas. Además de los principios, la bioética incorpora una serie de valores fundamentales que orientan la reflexión ética y la toma de decisiones. Entre ellos se destacan la dignidad humana, que corresponde al reconocimiento del valor intrínseco de toda persona; la solidaridad, responsabilidad, entre otros. Estos valores permiten extender la reflexión bioética más allá del ámbito clínico, hacia dimensiones sociales, ecológicas y globales, como propone la bioética global de Van Rensselaer Potter (Potter, 1971).

   A continuación, desarrollaremos el análisis por medio del método deliberativo de un caso médico donde se ven comprometidos los principios éticos y valores con el objetivo de realizar una reflexión guiada por la bioética que nos contribuya a nuestro futuro como parte del equipo de salud. 

Caso clínico:

Arturo es un paciente varón de 15 años, con diagnóstico de leucemia mieloide aguda.

Sin tratamiento, la mortalidad a corto plazo de un paciente con esta patología es cercana al 100%.

Las alternativas de tratamiento son:

1.- Quimioterapia para detener la progresión de la enfermedad en forma temporal (16 a 24 meses)

2.- Trasplante de médula ósea con expectativas de remisión completa en el 40% de los casos.

Los padres no quieren que se le informe el diagnóstico al paciente. Dicen que a Arturo "le asusta la palabra cáncer y que no le gustan los hospitales". Además manifiestan que ellos "saben lo que es mejor para su hijo" y aceptan que se haga todo tipo de tratamientos.

Arturo desconoce su enfermedad y no quiere estar en el hospital.

Analice el caso en base al método deliberativo:

1.- Hechos. Desarrolle este punto considerando todo aquello que el método propone analizar en esta fase de la reflexión.

   Arturo es un adolescente de 15 años con diagnóstico de leucemia mieloide aguda, una enfermedad grave cuya mortalidad a corto plazo es cercana al 100% si no se trata. Existen dos alternativas terapéuticas: la quimioterapia, que puede prolongar su vida entre 16 y 24 meses, y el trasplante de médula ósea, que ofrece una posibilidad de remisión completa en aproximadamente el 40% de los casos. Actualmente, Arturo desconoce su diagnóstico, y sus padres han solicitado expresamente que no se le informe, argumentando que él se asusta con la palabra "cáncer" y no le gustan los hospitales. A pesar de eso, los padres están dispuestos a que reciba todos los tratamientos necesarios. Arturo ha manifestado que no quiere estar en el hospital, lo que refleja una desconexión entre su entendimiento de la situación y la gravedad real de su enfermedad. El caso plantea un conflicto ético entre el derecho a la verdad y la autonomía progresiva del adolescente, frente al deseo de los padres de protegerlo emocionalmente, lo que requiere un análisis cuidadoso del contexto clínico, familiar, emocional y legal del paciente.

2.- Identifique el o los problemas éticos que evidencia el caso. 

   Un problema ético importante en este caso es la petición de los padres para ocultar el diagnóstico al paciente. Los padres de Arturo no quieren que se le entregue el diagnóstico de su enfermedad ya que afirman que a su hijo le asusta la palabra "cáncer". Esto pone en conflicto la autonomía del paciente dado que Arturo tiene derecho a conocer su estado de salud, a poseer información veraz y comprensible sobre ella. Sin embargo, también está en conflicto el deber de respetar el deseo de los padres de proteger emocionalmente a su hijo.

   Otro conflicto presente en este caso es el consentimiento de los padres para que Arturo reciba tratamientos invasivos, como el trasplante de médula ósea o la quimioterapia, sin estar el paciente informado de ello. En este caso se cuestiona si es válido y suficiente el consentimiento otorgado por los padres cuando Arturo podría participar de la decisión ya que, a pesar de ser menor de edad, si se considera que posee la madurez necesaria, debería estar informado de su enfermedad y poder participar en la decisión de su tratamiento el cual afectará directamente a su cuerpo, vida y bienestar.

   La falta de información que posee Arturo puede causarle ansiedad y confusión al no saber a qué se está sometiendo, todo ello sumado a su deseo de no estar en el hospital son factores que pueden causar daño emocional en el paciente. Además, desconocer su enfermedad podría ser motivo de una baja adherencia al tratamiento, dificultando su recuperación y el vínculo con el equipo de salud.

   El dilema en el que se encuentra el equipo de salud también engloba un conflicto ético importante porque deben decidir entre obedecer la solicitud de los padres y respetar los derechos del paciente para actuar en beneficio de este mismo.

3.- Identifique el o los valores y principios en conflicto. Explique por qué se observa dicho conflicto. Argumente.

   En primer lugar el principio de autonomía se ve en conflicto ya que Arturo, siendo el paciente, no está teniendo participación en la decisión de su tratamiento ni en el derecho de saber la enfermedad que padece, si bien sus padres tomaron esta decisión porque a Arturo le da miedo el cáncer y estar en el hospital, los padres igual deberían buscar la forma de conversar sobre su enfermedad atenuando el su miedo y darle las opciones para que Arturo tenga la autonomía de tomar una decisión sobre su salud.

   Por otra parte, el principio de la justicia se ve en juego ya que Arturo no está siendo tratado equitativamente en su derecho a estar informado y de la decisión sobre los tratamientos que va a seguir, está siendo unilateralmente manejado por sus padres y el equipo de salud que lo tratará.

   En tercer lugar, el principio de no maleficencia que se basa en causarle el menor daño posible en este caso a Arturo, con la decisión de tratamientos que tomaron los padres está siendo violado este principio, ya que ambas terapias son de carácter muy invasivo, lo cual deteriorará a Arturo de manera temprana considerando que tiene 15 años y sin haber podido decidir que terapia quería seguir ni sabiendo los pro y contras que conllevan.

   El principio de Beneficencia entra en conflicto porque si bien, los padres velan por el bien de su hijo dándole los tratamientos posibles y manteniendo el diagnóstico oculto para no asustarlo ni disgustarlo con la idea de tener que visitar constantemente el hospital, pero no saben la opinión de Arturo y manteniendo en secreto el estado de salud puede no tener resultados tan positivos en comparación a tener a un paciente informado y comprometido con su salud, con querer mejorar.

   Valores como empatía entran en conflicto ya que, si bien los padres ocultan la enfermedad de Arturo para no afectarlo psicológicamente, pero a su vez están fallando en el actuar como padres, porque en algún momento cuando entre en tratamiento Arturo se enterará de la enfermedad y la acción "empática" que los padres intentaron hacer se puede convertir en un enojo por parte de Arturo. También el valor de la confianza se rompe en el momento que los padres deciden ocultarle la enfermedad de Arturo, ya que no confían en que él reaccione bien frente a su pronóstico.

   Por otro lado, el valor de la dignidad entra en conflicto en esta situación, ya que los padres de Arturo toman decisiones sobre su tratamiento sin informarle ni permitirle participar en ellas. Al excluirlo, no solo se vulnera su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, sino que también se compromete la posibilidad de que viva su adolescencia con dignidad, al ser sometido a procedimientos invasivos que afectan profundamente su calidad de vida. Además, el consentimiento en este caso no existe un consentimiento de Arturo, ya que, si bien es menor de edad y los padres son legalmente sus tutores, Arturo no está siendo informado de su estado de salud ni menos siendo participe de las decisiones sobre cómo van a llevar sus tratamientos.

4.- Identifique todos los posibles cursos de acción ante el o los problemas planteados.

   Un posible curso para seguir en esta situación es no informar a Arturo sobre su enfermedad y forzar el tratamiento seleccionado por sus padres.

   Una segunda opción es comunicarle directamente a Arturo, sin tomar en cuenta la petición de sus padres. De esta forma, el paciente será quien guíe su tratamiento independientemente de ser menor de edad y del estado de madurez que posea.

   Otro curso posible para seguir es informar gradualmente a Arturo sobre su enfermedad, evitando el término "cáncer" en un comienzo para evaluar su nivel de madurez y comprensión, pero refiriéndose a una enfermedad grave. Esto puede ser complementado entregando apoyo psicológico al paciente a la hora de enfrentarse a su diagnóstico de manera progresiva.

   Aplazar la entrega de información a Arturo hasta el momento en que se inicie el tratamiento es otro curso posible para seguir, lo cual podría causar un impacto emocional en el paciente al enfrentar su diagnóstico de manera abrupta.

5.- Proponga el probable curso óptimo y argumente la propuesta

   En base a lo analizado respecto a todos los posibles cursos de acción en el caso, se estima que el probable curso óptimo es informar gradualmente a Arturo sobre su enfermedad, respetando y evaluando su nivel de madurez y capacidad de comprensión, con el fin de involucrarlo en una decisión que es de suma relevancia como lo es el tratamiento para la leucemia mieloide aguda, evitando inicialmente la utilización del término "cáncer". Arturo tiene 15 años, y probablemente posee la autonomía suficiente para comprender la gravedad de su situación y participar de manera significativa en el proceso, mientras que ocultar el diagnóstico y los posibles tratamientos, aunque bien intencionado por parte de los padres, vulnera valores como la autonomía, beneficencia, no maleficencia, empatía y confianza. Al seguir este curso de acción, se posibilita una comunicación cuidadosa y adaptada, que favorezca el consentimiento informado, la adherencia al tratamiento y el bienestar integral del paciente. Involucrar al equipo de salud mental y mantener el diálogo abierto con los padres fortalece aún más esta decisión como la más prudente y ética.

El análisis realizado y el curso de acción propuesto cumple con: 

a) La prueba de publicidad, ¿por qué? Argumente su respuesta.

   El curso de informar progresivamente a Arturo cumple con la prueba de publicidad porque es una acción que puede ser explicada y defendida públicamente como ética, razonable y profesional. Permitir que un adolescente de 15 años con un diagnóstico grave como leucemia mieloide aguda participe en decisiones sobre su salud refleja un respeto por su autonomía progresiva, la cual es reconocida tanto en la bioética como en tratados internacionales. Una decisión ética debe ser tal que "pueda ser dicha públicamente sin avergonzarnos ni temer el rechazo racional de los demás", lo que implica transparencia, coherencia moral y justificación social (Gracia, 2001). Informar a Arturo en un lenguaje adaptado a su edad y nivel de comprensión permite construir una relación de confianza y responsabilidad, y cumple con los valores de la buena práctica clínica. La Guía de ética para la atención clínica del menor refuerza que, si un menor tiene madurez suficiente, debe ser informado y participar activamente en las decisiones que le afectan (Comité de Bioética de España, 2015)

b) La prueba de legalidad, ¿por qué? Argumente su respuesta.

   La decisión de informar progresivamente a Arturo también supera la prueba de legalidad, ya que se alinea con la normativa legal vigente sobre los derechos del niño y del paciente. Los derechos del niño establecen que el menor tiene derecho a expresar su opinión y a recibir información adecuada a su nivel de madurez en todos los asuntos que lo afecten, especialmente en decisiones sanitarias (Naciones Unidas, 1989) . En este sentido, la Ley de derechos y deberes de los pacientes también reconoce el derecho de los adolescentes a ser informados y a participar en decisiones sobre su salud cuando poseen la madurez necesaria (Ministerio de Salud de Chile, 2012). Una decisión moralmente válida debe ser también jurídicamente sustentable: si se tomara una decisión contraria de no informar al menor, podría constituir una vulneración de sus derechos fundamentales. Por ello, informar progresivamente a Arturo no sólo es éticamente correcto, sino legalmente obligatorio (Gracia, 2001).

7.- ¿Considera el método deliberativo una herramienta útil para la práctica clínica? ¿Por qué? Argumente su respuesta. 

   El método deliberativo se ha consolidado como una herramienta esencial en la práctica clínica moderna, ya que promueve una toma de decisiones compartida entre el médico y el paciente, basada no solo en la evidencia científica, sino también en los valores, creencias y preferencias personales del paciente. Este enfoque reconoce la autonomía del paciente, permitiéndole participar activamente en decisiones que afectan su salud y calidad de vida. Como afirma Diego Gracia, "la deliberación es el procedimiento racional por el cual se escogen los medios más adecuados para alcanzar un fin que ha sido previamente elegido por el sujeto moral" (Gracia, 2001), lo que destaca la importancia de considerar la voluntad individual en la práctica médica.

   Además, el método deliberativo mejora la relación médico-paciente al establecer un vínculo de confianza y colaboración, lo que se traduce en una mayor adherencia a los tratamientos y en una atención más humanizada. Este modelo ético permite integrar adecuadamente los principios fundamentales de la bioética: beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía, como lo señalan Jonsen, Siegler y Winslade (2010). Cada decisión se construye considerando los riesgos, beneficios y el contexto personal y social del paciente, lo cual resulta especialmente útil en situaciones complejas como enfermedades terminales o tratamientos con implicaciones éticas.

   A pesar de los retos que puede implicar su aplicación, como el tiempo limitado en consulta o la dificultad que algunos pacientes tienen para comprender aspectos clínicos complejos, estas barreras pueden superarse mediante una buena comunicación, materiales educativos accesibles y el apoyo de equipos interdisciplinarios. Beauchamp y Childress refuerzan esta idea al afirmar que "respetar la autonomía es respetar la capacidad de las personas para tomar decisiones informadas, libres de coerción y basadas en sus propias metas" (Beauchamp & Childress, 2013).

   Por último, el método deliberativo no sólo es útil, sino necesario para garantizar una atención médica ética, centrada en la persona y sensible a las particularidades de cada caso. Su aplicación fortalece la práctica clínica al integrar ciencia y humanidad en la toma de decisiones en un contexto de salud.

Cierre

   La integración del método deliberativo con los principios y valores de la bioética ofrece una vía equilibrada, flexible y profundamente humanista para afrontar los desafíos éticos que plantea el mundo contemporáneo. En una realidad global caracterizada por la creciente diversidad cultural, la persistente desigualdad social y un vertiginoso desarrollo científico-tecnológico, la toma de decisiones éticas exige mucho más que la aplicación mecánica de normas; requiere de una evaluación cuidadosa, contextualizada y plural. En este sentido, el método deliberativo se convierte en una herramienta clave al permitir un espacio de diálogo donde las diferentes perspectivas pueden ser escuchadas, contrastadas y ponderadas de manera razonada, con el fin de alcanzar decisiones moralmente justificables (Gracia, 2001).

   Este enfoque ético no solo respeta la autonomía individual, sino que también promueve el bien común al integrar las necesidades y valores de la colectividad. La deliberación ética permite, por tanto, equilibrar intereses a veces contrapuestos, como los del paciente y los del sistema de salud, o los avances biomédicos y los límites morales. Además, favorece la participación de todos los actores implicados en una decisión (pacientes, profesionales, instituciones, familiares), promoviendo así una ética dialógica basada en el respeto mutuo, la transparencia y la corresponsabilidad (Rendtorff & Kemp, 2000).

   En estos casos, la deliberación ética permite no solo identificar cuál es la mejor decisión en términos clínicos y legales, sino también en términos humanos, teniendo en cuenta los valores, creencias y circunstancias de cada caso.

   Además, la capacidad del método deliberativo para adaptarse a distintos contextos culturales, jurídicos y profesionales lo convierte en una herramienta idónea para aplicar la bioética en entornos globalizados y multiculturales. En lugar de imponer un modelo único, este método fomenta el reconocimiento de la diversidad de valores y tradiciones, permitiendo construir consensos razonables incluso en contextos de desacuerdo moral. Como señala Van Rensselaer Potter (1971), la bioética debe servir como un puente entre el conocimiento científico y los valores humanos, integrando ciencia y conciencia para lograr una vida digna y sostenible.

   En resumen, la bioética no ofrece respuestas automáticas ni soluciones definitivas, sino marcos de análisis que permiten enfrentar la complejidad de los dilemas contemporáneos con sensibilidad moral, rigor intelectual y apertura al diálogo. El método deliberativo, al apoyarse en principios sólidos como la autonomía, la justicia, la beneficencia y la no maleficencia (Beauchamp & Childress, 2013), junto con valores universales como la dignidad humana, la solidaridad y la responsabilidad, constituye una herramienta esencial para construir una ética verdaderamente práctica, situada y comprometida con el respeto a la vida y a la condición humana. En tiempos de incertidumbre y transformación, este enfoque representa una guía confiable para orientar nuestras decisiones hacia el bien común sin renunciar al respeto por la individualidad.

Bibliografía

  • Beauchamp, T. L., & Childress, J. F. (2013). Principles of Biomedical Ethics (7.ª ed.). Oxford University Press.
  • Potter, V. R. (1971). Bioethics: Bridge to the Future. Englewood Cliffs: Prentice-Hall.
  • Rendtorff, J. D., & Kemp, P. (2000). Basic Ethical Principles in European Bioethics and Biolaw. Centre for Ethics and Law, University of Copenhagen.
  • Gracia, D. (2001). La deliberación moral: el método de la ética clínica. Medicina Clínica, 117(1), 18–23. https://doi.org/10.1016/S0025-7753(01)71998-7
  • Comité de Bioética de España. (2015). Los aspectos éticos de la atención a los menores en el ámbito sanitario. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. https://www.mscbs.gob.es/profesionales/bioetica/docs/menores_sanitario.pdf
  • Ministerio de Salud de Chile. (2012). Ley N.º 20.584 sobre derechos y deberes de los pacientes. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1039348Biblioteca del Congreso de Chile+5
  • Jonsen, A. R., Siegler, M., & Winslade, W. J. (2010). Clinical ethics: A practical approach to ethical decisions in clinical medicine (7th ed.). McGraw-Hill Education.

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